¡Qué ganas tenía de publicar esta boda en el blog! Y es que el look de Mª Ángeles con esta espectacular pamela me conquistó. Fue un auténtico flechazo, igual que estas maravillosas fotos de Tamara Arnáez de la Cruz, de Historiasqueempiezanconunsi.
«Si tuviésemos que resumir la boda de alguna forma, creemos que la mejor sería algo así como brutal y es que, todo salió a la perfección». Así comenzaba Mª Ángeles a contarme su gran día e, inevitablemente, contagiarme su felicidad y alegría.
Mª Ángeles y Jaime se comprometieron en junio de 2019 durante una escapada romántica en Zahara. «Salgo de la ducha y Jaime me dice «MA sal a la terraza, vamos a ver la puesta de sol» y de repente lo veo poniéndose de rodillas… ¡Obviamente le dije SÍ!». «En ese momento yo ya estaba embarazada de nuestra hija Ma, así que decidimos que nos casaríamos más adelante. Luego vino el confinamiento y con todo el tema como estaba no veíamos el momento de organizar la boda, pero en marzo de este año viendo que la cosa iba a mejor y Ma ya iba a cumplir el año, nos lanzamos y decidimos casarnos en septiembre, así que, ¡boda exprés!». Me encantan las parejas que son capaces de valorar lo realmente importante del matrimonio y no necesitan nada más que tenerse el uno al otro y a los suyos cerca.
«Desde un primer momento, tuvimos claro que era un día para nosotros, nuestra familia y nuestros amigos más íntimos y que no nos queríamos complicar demasiado con los preparativos, así que haríamos una boda íntima y…¡Así fue!». Si algo hemos aprendido de esta pandemia es que nos hace falta muy poco para ser felices, yMª Ángeles y Jaime sabían que lo único importante era celebrar la unión y su amor con sus seres queridos. El Covid nos ha dejado bodas realmente inolvidables y muy especiales sin necesidad de demasiados lujos.
El día deMª Ángeles comenzó en casa de sus padres junto a su pequeña MA. Por la noche decidieron separarse para que cada uno amaneciera donde se prepararía y así fuera más emocionante el reencuentro en el altar, así que Jaime se quedó en la casa de ambos. «¡Y por fin llegó el gran día!».
«Para los preparativos me hacía mucha ilusión ponerme algo especial, así que hablando un día con mi abuela decidimos que me iba a regalar una bata bonita para este día. Estuve mirando batas en muchos sitios de novias, pero no vi nada que me convenciera, y un día de casualidad en Instagram di con Soraya Cabral, a la cual conocía porque su hermana pequeña estaba conmigo en el cole». «¡Sus diseños para novias son espectaculares! Contacté con ella y nos pusimos manos a la obra. Le dije cuál era mi idea y lo supo plasmar a la perfección en el diseño de la bata, era totalmente lo que yo quería. Cuando por fin la terminó y me la probé supe que había sido un acierto total». Para mí, la bata para los preparativos es un must que no puede faltar, y más si es un regalo de alguien tan especial. Es una manera de verte guapa desde el primer momento y tendrás unas fotos preciosas de los momentos previos al Sí quiero.
Del peinado de encargó Cinthia Pérez, su peluquera de confianza. «Me entendió a la perfección y el resultado creo que fue perfecto». En cuanto al maquillaje, lo tuvo claro desde el principio. «No tenía dudas, quería que me maquillase Patricia Barrera. Ella me conoce literalmente de toda la vida y ese día necesitaba ser yo, así que tenía que contar con alguien que me hiciese sentir así». «Tanto el peinado como el maquillaje eran muy sencillos y naturales, sé que de otra forma no me hubiese sentido cómoda. Y la verdad que aún siendo tan sencillo, cuando vi el resultado, me vi guapísima». Y es que a veces, menos es más. Qué importante es sentirse una misma siempre, pero el día de tu boda tienes que ser fiel a tu estilo más que nunca, y para ello es necesario contar con proveedores que te escuchen y te comprendan, yMª Ángeles, sin duda, lo consiguió.
Eligió un diseño de Ebanne Novias, aunque hasta dar con él tuvo que lidiar con muchas dudas, cambios y nervios. «Tenía claro que tenía que ser algo sencillo, con líneas simples, que me permitiese estar cómoda y sentirme yo misma, sin disfraces. La verdad es que tenía previsto ponerme otra cosa, pero cuanto más se acercaba el día, más dudas tenía. En la última prueba, dos semanas antes de la boda, mi padre me vio y me dijo que tampoco le convencía. ¡Imagínate, a dos semanas de la boda y sin vestido!». « Ese mismo día dando un paseo de vuelta a casa, entré de casualidad en una tienda de novias en Jerez, un poco desesperada, todo hay que decirlo… Creo que me vieron la cara y dijeron «hay que buscarle un vestido a este chica» y así fue. Me enseñaron varias cosas que tenían en tienda y uno de ellos fue el vestido que llevé en la boda. Fue amor a primera vista. Lo vi y supe que era el vestido con el que me iba a casar, solo faltaba probármelo. Puede que fuese el destino, pero me quedaba INCREÍBLE. Hubo que cogerle un poco de aquí y de allá, pero nada que no se pudiese resolver el dos semanas». La sensación de encontrar el vestido de tus sueños y sentir que te estaba esperando, no tiene precio. Puedo imaginarme la felicidad deMª Ángeles cuando dio con él.
Los zapatos eran de fue un poco de Gloria Ortiz y los encontró de casualidad. «Estando un día de compras en El Corte Inglés, vi esa preciosidad de zapatos y me enamoré. Tuve muchísima suerte, porque quedaban dos pares y uno era mi número y, además, rebajados».
«Una cosa en la que no tuve dudas fue en la pamela. Yo soy super sencilla, pero a la vez me gusta siempre tener un toque de distinción y la pamela era mi toque, aunque últimamente parece que se ha puesto de moda». «Conté con las chicas de Kapri Koket, son un amor y supieron diseñarme exactamente lo que quería, una pamela sin más, simplemente, con un velo corto. Creo que el resultado fue espectacular. ¡A todo el mundo le sorprendió y le encantó!». Las bodas de estos últimos meses nos han dejado looks con pamela de locura, y entre ellos el deMª Ángeles, que no podía estar más guapa.
En cuanto a los complementos,Mª Ángeles se decantó por accesorios sencillos pero especiales.
Los pendientes que eligió para la ocasión tenían una gran carga sentimental. «Son unos pendientes preciosos de la familia de mi padre. Eran de mi abuela y mi abuelo se los regaló a mi tía en su boda. Ella los llevo y quería seguir con la tradición. No pueden ser más bonitos. Además me hacía especial ilusión llevar el día de mi boda algo de mi abuela, ya que ella hubiese sido súper feliz de verme casándome». Si algo no puede faltar en las bodas son los detalles y los guiños a los que ya no están con nosotros. Los abuelos deberían ser eternos.
Mª Ángeles también quiso lucir un brazalete de oro. «Lo del brazalete fue algo muy bonito, que me llevaré para siempre en el recuerdo, ya que fue un regalo de mi abuelo. Este brazalete lo llevaba siempre puesto mi abuela, siempre, siempre. Incluso tengo fotos de pequeña de mi abuela bañándome con el brazalete puesto. Según me contó mi abuelo, lo compró en Lima, en una de las paradas que hizo allí cuando trabajaba, para regalárselo a mi abuela y al parecer a ella le gustó tanto como a mí. Desde entonces no me lo he quitado». Aún me sigo emocionando con las historias que hay detrás de los complementos de Mª Ángeles, me hace feliz saber que, de alguna manera u otra, su abuela le acompañó el día más importante de su vida.
El ramo y las coronitas de las niñas eran de Enea. «Igual que el resto, quería algo sencillo y natural, así que decidí hacerme un ramo característico de la zona, de olivo y eucalipto, y fue un acierto total. ¡Era precioso!».
Jaime también iba guapísimo y muy elegante, vestido de Jesús González. «Llevaba un chaqué azul, chaleco de lino blanco y camisa celeste».
En cuanto a las alianzas, fueron un regalo de sus cuñados Alicia y Jero. «Son super sencillas, las clásicas de oro, pero todavía más finas de los normal».
La ceremonia tuvo lugar en la iglesia de su barrio, La Viñas, en Jerez. «Una vez lista, nos recogió el coche de caballos, un regalo de mis cuñados May y Beltrán. Al principio no lo tenía claro, pero fue una experiencia increíble. Yo, vestida de novia, con mi padre y mi hija, en un coche de caballos de paseo por Jerez, Todos los que me conocen no se lo podían creer jajaja. Y en nada ahí estaba yo, del brazo de mi padre, con mi niña y mis sobris, camino al altar. He de decir que cuando llegué, a Jaime se le soltó alguna lagrimilla y a mí también. Él estaba guapísimo. Es guapo de por sí, pero ese día estaba radiante». Y es que ese momento es único. Los sentimientos están a flor de piel, y la felicidad y emoción se contagia a cada paso. «Todo fue sobre ruedas».
Tras el Sí quiero,Mª Ángeles y Jaime fueron a hacerse fotos al jardín de su casa. Mientras, los invitados les esperaban en el hotel Casa Palacio María Luisa. «La celebración, no teníamos dudas, queríamos hacerlo en esa histórica casa palaciega de principios del siglo XIX y que albergó también el casino Jerezano. Este fue reformado recientemente convirtiéndose en un hotel precioso». «Nos lo pusieron super fácil en todo momento, ellos se han encargado de todo, el menú, la decoración, la iluminación… Se han sabido adaptar perfectamente a lo que nosotros queríamos y creemos que sin ellos no hubiese sido igual. Así que, si desde aquí le podemos dar las gracias a todo el equipo y, especialmente, a Almudena por tener tanta paciencia con nosotros y entendernos tan bien, aprovechamos». Es imprescindible contar con grandes profesionales el día de tu boda para que todo salga genial, y para ellos su mayor recompensa es esta, unos novios felices y agradecidos.
La entrada al cóctel fue de lo más animada. «Entramos en el hotel con la canción «Salta», y desde este momento empezamos a disfrutar. No lo pudimos disfrutar más y pasar mejor. Nosotros somos bastante tímidos y creíamos que nos iba a costar un poco lo de ser el centro de atención, pero nunca hubiésemos imaginado que pudiese ser tan así». «Es un día que recordaremos para siempre. Fue espectacular desde el inicio hasta el final, con muchos momentazos y lo mejor es que los disfrutamos muchísimo tanto nosotros como todos nuestros amigos y familia». Me encanta ver que, a pesar de las circunstancias, sabemos saborear y exprimir los pequeños momentos de la vida, que al final, son los únicos que nos llevamos.
«Lo hicimos todo en tipo cóctel, queríamos estar con todo el mundo y que fuese todo lo más familiar posible y, desde luego que lo conseguimos». Durante la comida, la pareja protagonizó varios momentos inolvidables. «Entregué tres ramos. Para ello, en Enea, me hicieron una réplica de mi ramo y me prepararon el mío para poder dividirlo en dos. Fue un momento precioso, de risas y también alguna que otra lagrimilla. Uno de ellos se lo regalé a mi hermana, a fin de cuentas es la que siempre está y quería tener ese detalle con ella porque sabía que iba a hacerle especial ilusión. Los otros dos se los regalé a dos de mis mejores amigas, a cuyas bodas espero ir pronto. A las dos les hizo muchísima ilusión y yo feliz de verlas tan contentas». ¡Qué sería de nosotras sin nuestras amigas y hermanas! Y sin nuestras mamis, pues como me contaba Mª Ángeles; «este día tan especial no hubiese sido posible sin mi madre, sin su ayuda y paciencia, por aguantarme cada día, desde que decidimos lanzarnos a celebrar la boda, hasta el último momento«
Durante las copas pusimos palomitas y en la cena sacamos una cajitas en plan ‘Happy Meal’ con una hamburguesa de Angus que estaba riquísima y unas patatas fritas. Esto fue un acierto y vino genial a todo el mundo para reponer fuerzas y bajar un poco las copas jajaja». Una alternativa diferente y muy divertida a la convencional recena.
Para el baile,Mª Ángeles sorprendió a todos con un pequeño cambio de look para estar todavía más cómoda y seguir disfrutando del momento. «Me solté el pelo y me puse un tocado de Kapri Koket y unas cuñas ideales y comodísimas de La Alpargatería de María, ambas en Jerez».
El día estuvo repleto de momentos muy especiales. «Otro de los momentazos fue cuando cantó el grupo. Todo el mundo se vino arriba, no paramos de bailar. Contamos con Reflejos del Sur, son unos artistazos y además, primos de Jaime a los que queremos un montón. No teníamos ninguna duda de que sería un éxito total y así fue».
«Y ya para rematarlo todo, contamos con el saxofonista Javier Valle. ¡Menuda locura! Fue brutal. Qué manera de animar, disfrutar del trabajo y hacer a la gente, literalmente, botar. No podíamos parar de bailar y saltar. A Javier lo conocimos también por casualidad un día que salimos a comer y en cuanto lo escuchamos supimos que queríamos contar con él, pero no éramos conscientes de lo que nos iba a hacer disfrutar a todos». Y es que la música en directo sin duda es un imprescindible en cualquier boda para disfrutar.
Todo esto no podríamos recordarlo de la misma manera si no fuera por las fotos de Tamara Arnáez de la Cruz. «De verdad, increíble, qué preciosidad de fotos y que forma tan guay de trabajar y de hacer tan fácil algo que para nosotros era bastante complicado. Nos moríamos de la vergüenza de pensar que iban a estar todo el día haciéndonos fotos, pero Tamara nos lo puso super fácil». Sin duda, para mí, uno de los proveedores clave. Los fotógrafos son los responsables de plasmar en un recuerdo todos las emociones y momentos que se viven en ese día tan único e irrepetible, y no hay una segunda oportunidad. A la vista está que Tamara hizo un trabajo impecable.
Y con estas últimas palabras de Mª Ángeles, ponemos fin a este artículo tan especial que arroja un rayito de esperanza ante la complicada situación que estamos viviendo. «En resumen, ¡fue un día maravilloso que repetiríamos mil veces!». Gracias por valorar lo realmente importante y por relatarme este testimonio tan sincero y emotivo que ha hecho que por unas horas me trasladase junto a vosotros y disfrutara sin pensar en nada. ¡Os deseo una vida llena de momentos, como mínimo, tan bonitos como lo que vivisteis este día!
Fotos: @historiasqueempiezanconunsi
