Cuando vi el adelanto de la boda de Ale y Manu en Zahara de los Atunes lo tuve claro. ¡No podía faltar en el blog! Las fotos de Esif Fotografía me parecieron una maravilla y cuando Ale me contó su historia y cómo fue el gran día, me conquistó.
El 25 de diciembre de 2017 Manu le pidió matrimonio en su pueblo natal Riedau (Austria), justo cuando se intercambiaban los regalos. Sin duda, un momento muy especial. Como nos cuenta Ale, «este año y medio ha sido una auténtica locura. Y es que hace tres años Manu y yo decidimos dejar nuestras vidas en Madrid para formar una nueva en Zahara de los Atunes». Los preparativos se juntaron con sus nuevos proyectos laborales de ambos, por eso decidieron contar con Mila, Wedding Planner de la finca El Cañuelo.
La fecha elegida fue el 4 de mayo, coincidiendo con el puente, pues muchos de los invitados venían de fuera. La celebración empezó el jueves 2 con la preboda celebrada en la terraza acristalada de Zokarrá, restaurante ubicado en el hotel de la familia de Ale, en primera línea de playa de Zahara. Y la fiesta continuó el viernes con una cena en el restaurante de la pareja, Tía Juana.
Para el gran día Ale eligió un diseño de Colour Nude (Sevilla). «Me hicieron el vestido en tiempo récord y se portaron fenomenal desde el principio. Las volvería a elegir siempre». Lució unos zapatos de Just ENE Shoes y para la fiesta optó por unas cuñas de Castañer en raso rosa con punta redonda y lazada blanca.
Su look lo completó con unos pendientes de zafiros y brillantes de Suárez regalo de su hermano Javier y su cuñada, Isa. «No podían haber elegido mejor».
Manuel Cecilio se encargó de maquillaje y peluquería. Para los preparativos eligió una bata y un camisón de Miss Camisones Marbella. Y el ramo fue obra de Floristería Cotton Candy.
Los peques fueron vestidos de Coordinanos y Manu lució un elegante traje de Lista Sastería.
La ceremonia se celebró en la Iglesia de Zahara de los Atunes y a la salida, los novios sorprendieron a todos los invitados con una charanga de Cádiz que les acompañó hasta la zona de los autobuses durante un divertido pasacalles.
El Cañuelo fue la finca elegida para la gran celebración. Un jardín de 3.000 metros cuadrados ubicado entre Bolonia y El Cañuelo. «Una obra de arte de la naturaleza, paraíso perfecto donde Manu y yo nos reconocíamos, rodeados de belleza y de naturaleza, con el mar de fondo, Marruecos en el horizonte, la duna de Bolonia y unas inmensas piedras de más de 20m de altura que cualquiera diría que fueron colocadas allí de manera intencionada por la mano de Dios».
«Para la comida optamos por una apuesta segura, Goyo Marbella«. Tras la copa de bienvenida amenizada por una guitarra flamenca, dieron paso al cóctel, con unos puestos de comida y un «montón de aperitivos riquísimos». Durante una hora actuó el grupo flamenco de Juanjo y Diego de Gloria. Y a continuación pasaron a las mesas, donde degustaron un exquisito plato y el postre.
El Armario Giratorio se encargó de la decoración de la finca. Los centros de las mesas los hicieron teniendo en cuenta el diseño de la papelería, elaborada por Ale con motivos naturales de hojas. Sheedo se encargó de las invitaciones, sin duda súper originales, pues llevaban semillas de manzanilla impresas en el papel, «de manera que los invitados podían plantar la invitación de boda, regarla y ver crecer una bella planta. Nos pareció original y muy representativo del paso que estábamos a punto de dar».
Ale y Manu abrieron el baile con el valls del Danubio Azul en honor a Austria, que dio paso a una batucada que sorprendió a todos los invitados. La fiesta siguió hasta las 6 de la mañana, al ritmo del DJ. José Ruiz Eventos, de Sevilla.
El equipo de Esif Fotografía se encargó de inmortalizar todos estos momentos que habéis podido ver a lo largo del artículo. Unas fotos maravillosas. Cuando Ale me habló de Isa me sentí muy identificada. «Me transmitió su pasión por su trabajo, su cercanía y su autenticidad. ¡Era tal y como estábamos diseñando nuestra boda! Así que no pudimos elegir mejor. Además del resultado de las fotos (INCREÍBLES), Isa fue más que mi fotógrafa de boda. Me ayudó a recogerme la cola del vestido, a retocarme, a quitarme los nervios en el coche camino a la Iglesia, a colocarme el velo… Fue una pasada, ella y todo el equipo. A ellos también les diría “sí” una y mil veces».
Ale, mil gracias por compartir conmigo todos los detalles de un día tan especial. Vuestra historia, vuestros preparativos, vuestra preboda, boda… Ha sido todo un placer. ¡Os deseo lo mejor pareja y espero visitar algún día Tía Juana!
Fotos: @esif_fotografia
