Andrea y Juanmi dieron el «Sí quiero» el pasado 26 de junio en Altea, una fecha que no olvidarán jamás y que me hacía especial ilusión compartir con vosotros. Y es que dicen que a la tercera va la vencida y así fue. Tras dos intentos sin éxito debido a la pandemia, por fin pudieron celebrar su boda tal y como deseaban, rodeados de los suyos. «Todo salió como soñábamos, todavía pensamos todos los días en lo bonito que fue y lo bien que nos lo pasamos. Después de tanto tiempo esperando que llegara el 26 de junio, todos desbordábamos alegría y felicidad y sobre todo nosotros, disfrutamos desde el primer segundo sin ninguna preocupación». Así describía Andrea su gran día y con estas palabras tan especiales empezamos el artículo de hoy.
Como para muchas otras parejas, no ha sido fácil llegar hasta ahí. El camino ha sido duro, repleto de cambios e incertidumbre, pero finalmente fue un día inolvidable. «Nuestra primera fecha de boda era el 11 de julio de 2020 en Guadalajara pero, como muchos novios, tuvimos que posponer. Quisimos volver a intentarlo, sin éxito, en septiembre y, el 26 de junio de 2021 por fin lo conseguimos, en Casa Benigalip, finca que nos enamoró desde el primer momento».
«Después de tanta espera, queríamos pasar el fin de semana con nuestros familiares en Altea. El viernes los recibimos en el restaurante In Bocca al Lupo en Altea, con una cena tipo cóctel, que fue perfecta para reencontrarnos después de tanto tiempo y prepararnos para el día esperado». Reconozco que me encantan las prebodas, son una excusa maravillosa para alargar más el gran día y pasar más tiempo con los tuyos. Es una ocasión para disfrutar con calma de los momentos previos a la boda en los que las emociones están a flor de piel.
Andrea eligió un diseño de Valenzuela. Aún me acuerdo cuando me escribió. Tenemos en común a una gran amiga, Paula, y no dudé ni un segundo en recomendarle a Cris. Estaba segura de que le iba a enamorar y es que Cris hace auténticas maravillas y consigue que te sientas única en un día tan especial.
Desde el primer momento, captó su estilo y diseñó el vestido de sus sueños. «Llevé un vestido de guipur bordado con manga abullonada y una sobre falda de seda natural que me quité para el baile. Completamos el look con un velo corto». Eligió un vestido versátil para sorprender a sus invitados en el último momento, y me parece la alternativa perfecta para un cambio de look.
«En cuanto al pelo, me peinó mi padre, Roberto Donato. Llevé una coleta alta con ondas y una diadema de perlas, nácar y cristal de Strass, confeccionada a medida por Ángeles Sobrido. El maquillaje, muy natural fue obra de Raquel Castillo».
Para completar su look Andrea se decantó por elementos sencillos, pero con mucho valor sentimental. «Llevé el solitario de la pedida, de Suárez y unos rosetones de pendientes. Los zapatos blancos eran de Castañer y no me los quité en todo el día. Las alianzas nos las regaló mi madre, también de Suárez, y arras llevamos las de mis suegros. Mi ramo lo preparó Chitina con rosas ramificadas y rosas Notting Hill, al igual que la decoración de la parroquia y la finca. Me sorprendió lo bonito que dejó todo».
Juanmi confió en José Navarro para confeccionar su traje a medida en NK novios. «Eligió un chaqué azul marino con cuadros y corbata morada. Se puso los gemelos y el reloj de su padre para tenerlo presente en nuestro gran día». Un detalle muy bonito para tener cerca a los que ya no están.
«La ceremonia fue en la Parroquia Nuestra Señora del Consuelo de Altea. Llegué acompañada de mi padre y mi hermano en un Mehari, todo el pueblo aplaudía conforme pasábamos. La ofició Don Rosendo, el sacerdote de nuestro colegio de cuando éramos pequeños. Fue súper emotiva y amena. Todavía me emociono de recordar mi entrada con la música de Dacapo, “Con té Partiró” y Juanmi esperando bajo el altar. Fue súper precioso».
«Tras la ceremonia, después de hacer algunas fotos por Altea con el equipo de Kiwo, fuimos a la finca. Para la entrada al cóctel, mi hermano me sorprendió con un caballo negro al que no dudé en subirme mientras sonaba la música en directo de Moisés Losada, sorpresa que yo tenía preparada para Juanmi». La pareja, además, eligió el catering Con Pico Fino. «Fue un éxito, todo buenísimo y la decoración cuidada hasta el último detalle».
El día estuvo lleno de momentos inolvidables: «Durante el banquete, regalamos a mi madre, a mi suegra y a mi abuela un ramo de flores a cada una. Después, entregué mi ramo a mi hermana, quien me ha ayudado mucho con los preparativos de la boda».
Abrieron el baile con «La vie en Rose”. «Cada uno con sus respectivos padres y posteriormente seguimos bailando nosotros solos». Me encanta esta opción tan clásica como emocionante. Después, dieron paso a la «fiesta» y para ello habilitaron una zona chill out: «Preparamos la zona de fiesta con distintos chill outs y un gran tipi de madera que, cuando anocheció, iluminó toda la zona de copas. De la fiesta se encargó “The Beat Day”, un acierto con la música en cada momento. Cuidaron todos los detalles y consiguieron que disfrutáramos todos hasta última hora, ¡hasta mi abuela se fue en el ultimo autobús! Además, vinieron Los chicos de “Drums and Play” que son un éxito asegurado, no nos lo pudimos pasar mejor con ellos, atardeciendo a la vez que sonaba Cold Play y Bruno Mars, fue inolvidable».
Andrea y Juanmi confiaron en Sweet Angell para la organización y coordinación de su boda. Contar con una wedding planner os permite disfrutar al 100% y olvidaros de las preocupaciones, sin duda es una gran opción si quieres que todo salga perfecto. «Disfrutamos desde el primer segundo sin ninguna preocupación ya que confiamos plenamente en la perfecta organización de Susette Angell».
Y cómo no, no faltaron los fuegos artificiales para poner el broche final. «Cerramos la fiesta con fuegos artificiales para deleitar a nuestros familiares con algo tan típico y que tanto de menos echamos en el mes de junio en Alicante».
Una gran boda merece un gran final, y esto no podía quedar aquí. «El domingo, despedimos a nuestros familiares con un brunch en la casa que nos alojamos en Altea. Sin duda, un planazo para revivir la noche anterior que tanto disfrutamos todos». Un fin de semana que nunca olvidarán y que si hoy podemos ser testigos de los mejores momentos es gracias al equipo de Kiwo. La espera fue larga pero mereció la pena. Gracias por contarme vuestro gran día con tanto cariño y emoción. Has conseguido que, por momentos, me trasladase a Altea a aquel 26 de junio, y ha sido un verdadero placer. Gracias porque tu testimonio ayuda a muchas otras parejas que se encuentran en tu misma situación. Estoy segura de que servirá de ejemplo para muchos y se sentirán acompañados en estos difíciles, pero apasionantes momentos. ¡Os deseo lo mejor!
Foto: @kiwo_estudio