El otro día le decía a Cristina que me hacía especial ilusión compartir su boda. Yo también soy de Alicante y me encanta poder ver a tantos proveedores conocidos juntos.
«Somos muy afortunados. Es la conclusión que hemos sacado de todo esto. Hemos podido mantener la fecha inicial, 5 de septiembre de 2020, y la mayoría de nuestros invitados han podido acompañarnos. Nos dio mucha pena ver que nuestros amigos del extranjero no podían estar con nosotros porque la mayoría de los países, en esos momentos, ya tenían vetados los viajes a España. Pero lo bueno de las nuevas tecnologías es que pudimos hacer videollamadas y al final les sentimos tan cerca como si hubieran estado». Así empezaba Cristina a contarme cómo fue su gran día y sé que insisto mucho en esto, pero es que todas las parejas que han dado el «Sí quiero» en los últimos meses coinciden en los afortunados que son, en lo que han aprendido y en que ha sido el mejor día de sus vidas.
Como os adelantaba, Alicante fue la ciudad elegida para este día, «queríamos casarnos en Alicante, lo teníamos claro desde hace tiempo y queríamos que fuera en la Basílica de Santa María, nuestra iglesia favorita. También teníamos claro que queríamos hacer la celebración al aire libre, durante el día porque siempre hemos disfrutado más las bodas de día en las que se alarga la fiesta hasta la noche y te da tiempo a exprimir cada minuto».
Para la ocasión Cristina eligió un diseño de María Baraza. «Ella es un encanto y te pilla muy bien la idea aunque creas que no tienes idea de nada (que es lo que me pasaba a mí). Hicimos un vestido convertible porque yo quería llevar una gran cola para la iglesia pero quería estar cómoda en el baile».
«El vestido inicial llevaba unas mangas preciosas, con un gran volante y hechas en un tejido troquelado, precioso. Con ese mismo tejido hicimos parte de la espalda gracias a lo que se intuía la espalda abierta del vestido que iba por debajo. Además, la cola llevaba una tira central con el mismo aplique. Era espectacular. A todo el mundo le encantó. Tenía muy claro que no quería el efecto capa sino que fuera ceñido a la cintura y saliera como una cola y así fue como lo hicimos. Luego el vestido de abajo era de tirantes y con un súper escote en la espalda. Además, le añadíamos unas tiras de joyitas en blanco que le daban un toque más de fiesta».
Completó su look con unos pendientes de M de Paulet y «decidí no llevar velo para no tapar la espalda del vestido que era espectacular y no recargar demasiado porque quería ser “muy yo” ese día y sentirme cómoda.
Me ayudó a elegirlos mi hermana, que era quien me los regalaba, y le encantaron a todo el mundo. Siempre llevo pendientes que cuelgan porque me parece que lucen mucho y estos eran preciosos».
Laura Gómez fue la encargada de maquillarla; «es un encanto de persona y nos dejó guapísimas a las tres, cada una con su propio estilo. Yo le pedí un maquillaje muy natural porque me maquillo muy poco y quedó espectacular. Me hizo sentirme la chica más guapa del mundo». Y María de Bionda Estilistas, a la que tengo el placer de conocer y con la que he trabajado varias veces, fue la encargada de peinarla; «fue amor a primera vista, el primer peinado que me hizo nos encantó a las dos y ya ni siquiera probamos más opciones. Era una coleta con ondas al agua, sencilla pero preciosa, muy original».
El ramo, que ya os enseñé en nuestro perfil, es obra de Chitina, igual que la decoración de la finca, Torre Bosch. «Es amiga de mi hermana y es una auténtica artista. Hace maravillas. Desde el principio teníamos claro que queríamos dejar la decoración en sus manos y para el ramo también confié a ciegas en su criterio».
Por su parte, Luis eligió un chaqué a medida de Scalpers, un tres piezas en azul. «Estaba guapísimo. Mi auténtico príncipe azul. Apostó por las tres piezas del mismo color y eligió una corbata también azul, con topos en blanco, de Hackett. El reloj que llevaba es un Omega de los años 50, un reloj súper especial, regalo de uno de sus mejores amigos. Los gemelos también fueron regalo de un amigo y son de Joyas Forteza, una joya que se quedará en la familia».
La ceremonia, en la Basílica de Santa María, fue de lo más emotiva y especial. Y en el primer banco la abuela de Luis, «tiene 93 años estaba deseando que llegara la fecha de la boda para poder estar presente en el enlace, ha sido su gran ilusión desde que se lo dijimos hace un año y medio. Y allí estuvo, la primera. Feliz de la vida. Uno de los ramos que repartimos fue para ella. Fue un momento precioso porque todo el mundo se emocionó y empezó un aplauso que no acababa nunca. Ella es muy especial y todo el mundo se dio cuenta rápido de eso».
Torre Bosch fue la finca elegida para la celebración. Una finca que me trae muy buenos recuerdos. Allí se casó mi hermana hace unos años y allí hice mis primeros shootings. María y Enrique son puro amor.
«El catering fue con Dalua y tengo que felicitarles porque todo estuvo tan bueno como en la prueba de menú. Y de postre su famosa milhoja,…creo que todo el mundo repitió postre!! Jajajajaja». Y yo doy fe de ello. En la boda de mi hermana tampoco faltó su conocida milhoja y os aseguro que fue todo un éxito. Son unos profesionales de 10. A día de hoy aún nos acordamos de lo rico que estaba todo.
Los proveedores se están adaptando rápidamente a esta nueva normalidad. Están tomando todas las medidas necesarias para que disfrutéis con total seguridad de vuestro día y así nos lo contaba Cristina: «para el cóctel colocaron varias mesas altas y pusimos hidrogeles y mascarillas en cada una de las ellas. También elegimos varios puestos de Show Cooking en los que los cocineros preparaban platos del cóctel al momento y de forma individual».
El día estuvo lleno de buenos momentos; «durante la comida el hermano de Luis y su novia nos dedicaron un precioso discurso, sorpresa para
nosotros, en el que nos hablaron de la luz, de la combinación de la luz de Lucentum (Alicante) de donde soy y de los faros de Ferrol (la familia de mi padre es de allí). Fue precioso y consiguieron emocionarnos a todos».
Pero si algo me ha emocionado es la entrega del ramo, «mi ramo fue para mi hermana, que es mi mejor amiga y la persona con la que he compartido todo desde siempre. Ella fue quien me regaló los zapatos, los pendientes y la cinta con la medalla del ramo, en la que me grabó una inscripción preciosa en honor a nuestra madre que falleció hace tres años. Sabemos que ese día nos estuvo viendo desde arriba y que estará muy orgullosa del amor que nos tenemos». Y puedes estar segura de que así fue. Si algo tengo claro es que siempre están con nosotras, y más en un día como este.
El baile lo abrieron con “Second walz”, «súper clásico, pero hoy en día nadie elige un Vals para el baile nupcial, así que fue una sorpresa para todos y fue el momento en el que aproveché para hacer el cambio de vestido. Luis estaba tan nervioso que ni se dio cuenta. Tuve que decírselo al acabar el
baile».
Los detalles tampoco faltaron en un día tan especial; «también pusimos espardeñas de varios modelos para las chicas que volaron porque les encantaron los modelos a todas. La sorpresa por la tarde fue un carrito de helado con granizado de limón, helados de varios sabores y, como no podía ser de otra forma, horchata con fartons artesanos. Fue un puntazo».
Y si hoy podemos recordar todos estos momentos es gracias a las fotos de Pepe Bernal, una auténtica maravilla. ¡Su trabajo es de 10 y no falta en nuestro perfil!
«Sin duda, el día más feliz de nuestras vidas, y una boda que, especialmente por las circunstancias que nos ha tocado vivir en este año tan raro, nadie olvidará nunca. El mejor regalo que nos llevamos es la presencia de todos y cada uno de los que nos acompañaron ese día. No puede haber nada comparable al cariño tan grande que nos dieron nuestros invitados«. Y yo me quedo con esto, porque a pesar de las circunstancias y de lo que estamos viviendo estos meses, una vez más me demostráis que el amor está por encima de todo. Cristina, gracias por compartir conmigo vuestro gran día. Ha sido un placer poder «trasladarme» a diferentes rincones de nuestra ciudad a través de cada una de tus palabras. Te deseo lo mejor.
Fotos: @pepe_bernal_olivares
