La boda de María y Antonio

La boda de María y Antonio en Córdoba

«Cuando pienso en el día de nuestra boda, se me viene a la cabeza una frase que me dijo una amiga hace unos años, “No es lo que yo habría pedido, pero no podía haber pedido algo mejor”. Fue la boda perfecta, sencilla, sin muchas florituras, pero cargada de detalles. Una boda centrada en lo importante, nuestro matrimonio. Y celebrada con personas muy especiales para nosotros, y a pesar de que nos faltó muchísima gente y los echamos de menos, los tuvimos a todos muy cerca del corazón». Estas palabras me las mandó María hace tan solo unas semanas y he querido empezar el post con ellas, pues muchas veces nos olvidamos de lo realmente importante, como ella misma nos cuenta, en este caso, «nuestro matrimonio». Me encanta ver cómo las parejas están dando el «Sí quiero» a pesar de la época que estamos viviendo. Una manera de demostrar que el amor está por encima de muchas cosas y que no debemos perder la ilusión.

Decidieron mantener la fecha inicial, pues para ellos era muy especial; «el día del Dulce Nombre de María (mi Santo) y queríamos casarnos el día de la Virgen. Tanto para Antonio como para mí, lo más importante de ese día era la ceremonia, por eso lo tuvimos muy claro cuando en marzo empezaron las restricciones, nosotros nos queríamos casar si o si a pesar de las circunstancias. Dar el paso en la iglesia, delante de Dios y empezar nuestra vida en común«.

No todo fue fácil y hubo mucha incertidumbre, pero gracias al apoyo de sus familias «tomamos la decisión de ir adelante con todo y casarnos». «El día de antes de la boda, tuvimos un mini retiro con el sacerdote que nos casó, el Padre Miguel Segura LC, que a pesar de ser un sacerdote buenísimo es un buen amigo nuestro. Y la verdad es que nos dio muchísima paz. Para mi fue como una señal de que todo iba a ir bien cuando hablando ese día nos contó que había tenido una conversación telefónica con un amigo suyo y le había pedido oraciones por nosotros, le había contado todas las dificultades que habíamos tenido estos meses y que por fin habíamos decidido casarnos a pesar de las circunstancias. La respuesta de este amigo suyo fue, “No te preocupes, va a haber muchas bendiciones en este matrimonio”. En ese momento sentí una paz enorme, y la certeza de que toda la incertidumbre que habíamos pasado iba a tener recompensa en el futuro, en nuestra futura familia. Dios siempre premia la valentía«. 

Para el gran día, María eligió un diseño de Cherubina. «Fue un gustazo todo el proceso de diseño del traje. En seguida me cogieron el aire, el vestido era totalmente mi estilo, muy cómodo y con unas líneas muy limpias. El detallazo fueron los puños de encaje antiguo, cuando Ana Cherubina me los enseñó me encantaron, eran el toque final que le faltaba al vestido».

Completó el look con unos broches antiguos de su abuela, unos zapatos de Flor de Asoka y el anillo de pedida que le regaló Antonio. Además contó con Menchu Benítez para el maquillaje y María José López Giraldo para su peinado.

Se casaron en la iglesia de Santa Marina de Aguas Santas, «una iglesia que tiene muchísimo vínculo con mi familia paterna». «La ceremonia fue preciosa, íntima y muy especial. Nos acompañó muchísima gente, que a pesar de que no íbamos a celebrar la boda después, quisieron acompañarnos. Esto significó muchísimo para nosotros, nos sentimos muy arropados en un día tan especial».

Los peques también fueron protagonistas y María nunca olvidará este momento: «los niños de arras fueron mis sobrinos y una prima de Antonio. Eran una mezcla muy graciosa, además de que se lo tomaron súper en serio. Como anécdota, y para que conste que por mucho que se prepare la boda, al final sale de la manera más natural, llegué tan nerviosa a la iglesia que ni me di cuenta de que los niños no iban delante de mí. Entraron detrás, muy divertidos porque “María se había colado”«.

«En la ceremonia cantaron Oswaldo y Arce del grupo Salve, también amigos nuestros y unas personas muy especiales. Cada canción la escogimos con muchísimo cariño y queríamos que fueran especiales en cada momento de la ceremonia. Salimos de la iglesia con la canción “Color esperanza”».

María y Antonio tuvieron que adaptar la celebración a todas las medidas y restricciones, pero a pesar de ello, disfrutaron muchísimo y estoy segura de que nunca olvidarán este día tan especial: «la parte de la celebración fue una locura. Yo me dedico a organizar bodas en Aguas de Villaharta, donde comimos ese día con nuestra familia, llevaba organizando la boda al detalle desde enero y dándole muchísimo la lata a Antonio con todos los preparativos. La semana de antes de la boda, decidimos que no la celebrábamos debido a las restricciones. Así que decidimos comer con nuestras familias directas (Padres y hermanos) de manera íntima y hacer una celebración más adelante con todo el mundo«.

«Mis primos Lourdes y Máximo, propietarios de Aguas de Villaharta, nos organizaron todo para la comida. Decoraron un salón nuevo que habíamos estado reformando estos meses y quedó espectacular. La comida a manos de Máximo fue una maravilla y un acierto en todo. Disfrutamos muchísimo en familia».

«Después de comer nuestra familia y amigos se habían encargado de organizar una celebración en mi casa, donde pudimos tomar una copa y disfrutar de nuestro día con nuestra familia y los amigos más íntimos. Fue todo muy casero, pero muy cuidado y preparado con cariño. ¡Lo pasamos fenomenal, no dejamos de bailar!«

«Fueron momentos muy especiales, muy nuestros». Y es que de eso se trata. De adaptarnos, de valorar todo lo que tenemos y de disfrutar de los pequeños detalles.

Y si hoy podemos ver estas fotos es gracias a la fotógrafa Mercedes Pérez. Tanto Mercedes como Jaime Cortezo (videógrafo) «fueron también un regalazo, su profesionalidad, su dedicación y el amor que le ponen a su trabajo. Nos hicieron sentirnos súper cómodos en todo momento. Para nosotros fueron unos invitados más. En días tan especiales se agradece contar con profesionales como ellos, a fin de cuentas, son ellos los que van a hacer que tengas un recuerdo inolvidable de un día tan bonito, por eso es muy importante elegir bien a quién va a inmortalizar tu boda y como fue nuestro caso, poner plena confianza en ellos«.

«Antonio y yo siempre bromeamos con la suerte que tenemos con nuestra relación, por cómo hemos llevado cada instante a pesar de estar separados Washington – Córdoba. Todos estos meses nos han enseñado muchísimo, nos han hecho valorar lo que viene, y aunque un matrimonio es un trabajo de cada día en el que hay poner mucho amor, es una realidad que tenemos muchísima suerte con todo, sobre todo con tenernos el uno al otro«. ¡Cuánta razón tienes María! No sabes la ilusión que me hace compartir cada una de las palabras que me has mandado. Me has emocionado muchísimo y no puedo estar más de acuerdo contigo. Hay novias que dejan huella y te aseguro que tú eres una de ellas. Gracias por tanto cariño y por valorar lo que realmente importa. ¡Os deseo lo mejor!

Fotos: @mercedesperezphoto

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2 comentarios

  1. No puedo aún escribir, lloro de la emoción !!!
    Que bonitas las fotos y sobretodo que bonitas palabras que le salen del corazón
    Me alegro tanto por ellos !!
    Mi más enhorabuena a ti Mercedes y al equipo, trabajar con personas con tanta profesionalidad es un gustazo y cada detalle marca la diferencia
    Me ha encantado !!!

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