La boda de Itziar y Jose María en Lisboa

Ya estamos en primavera y yo solo puedo pensar en las bodas de esta estación. Mientras llegan, recordamos la boda de Itziar y Jose María en Lisboa que, sin duda, fue un auténtico flechazo.

«Hasta una semana antes de la boda, la frontera con España seguía cerrada y no sabíamos si mi
familia e invitados españoles podrían venir. Fue mucha tensión, aunque en ese momento no te
das cuenta. Solo quieres rezar para que todo salga bien y confiar. ¡Y salió aún mejor de lo que
esperábamos!».
Así comenzaba Itziar a contarme cómo vivieron ellos su boda en pandemia y hoy lo quiero compartir con vosotras porque sé que muchas os sentiréis muy identificadas con su testimonio. Fueron meses duros pero poco a poco vamos viendo la luz.

Jose María es portugués, aunque nació y creció en Bruselas. Itziar es de Asturias, pero decidió cambiar su rumbo e irse a trabajar, en primer lugar, a Ámsterdam y después, a Bruselas. Allí, el destino quiso unirles a través de amigos en común durante unas vacaciones de Jose María que, por aquellos tiempos, vivía en Lisboa. «Fue un flechazo y no paramos de hablar desde entonces. En un par de
meses, él empezó a buscar trabajo en Bruselas y se mudó en enero. Pasamos el confinamiento
separados a pesar de vivir ambos en la misma ciudad, pero hablábamos continuamente. Hasta nos
escribíamos cartas para recordar más tarde ese momento tan extraño pero especial
».
Así me explicaba Itziar cómo vivieron su relación a distancia con una pandemia de por medio.

«A pesar de la distancia, nos acercamos muchísimo gracias a este periodo donde podíamos profundizar en lo importante y conocernos muy bien. En verano Jose Maria me acompañó a Asturias para conocer a mi familia y pasar las vacaciones juntos». ¡Y allí fue dónde Jose María le pidió matrimonio!

Y por fin llegó el día. Jose María e Itziar se dieron el Sí quiero el 15 de mayo de 2021, una fecha muy especial porque además, era la festividad de la Asunción y de la Virgen de Fátima en Portugal.

Itziar se preparó en el hotel H10 Duque de Loule junto a su madre, que apostó por un diseño de Bouret, su hermana, que se decantó por Redondo Brand, y sus cuñadas y amigas. «Fueron superdivertidos los preparativos entre tantas mujeres». Y es que sin duda, son la mejor compañía y ayuda en esos emocionantes momentos.

Del maquillaje y peinado se encargó Kapaspace. Apostaron por un recogido bajo pulido y un make up muy natural. ¡Estaba radiante!

Sofia Delgado fue la encargada del diseño de Itziar. Un vestido muy elegante con un espectacular lazo en la espalda acabado en cola. «Sofía fue superatenta desde el principio y se adaptó completamente a lo que quería y las limitaciones que tenía para desplazarme. Viajé varias veces a Madrid para las pruebas, pero también hicimos videollamadas y a través de una de ellas, escogí la tela, bordado inglés, con Sofía».

Para los zapatos, se decantó por Jimmy Choo, un apuesta segura. «Fui en plano, suelo ir en plano y soy bastante alta. Aun así, siempre busco zapatos especiales. Estos zapatos además de comodísimos, me parecieron una preciosidad por la punta y el broche joya». Me encanta que seáis siempre fieles a vuestro estilo y transmitáis vuestra esencia y personalidad en cada detalle del look.

En cuanto a joyas, decidió lucir el anillo de la pedida, una pieza vintage de los años 30, de diamantes y zafiros oscuros, y unos pendientes familiares, de diamantes y perlas. En muchas ocasiones, menos es más.

Jose María, por su parte, apostó por Vacheron Constantin para el reloj, regalo de su abuelo, y Montblanc para los gemelos, regalo de la pedida.

La ceremonia dio inicio a la 1 de la tarde en el Monasterio de los Jerónimos, en Lisboa. «Del coro se encargaron nuestros amigos belgas que son unos cracks en esto y dejaron alucinados al resto de invitados, cantando como profesionales en francés, portugués, latín y español. Desde el Ave María de Fátima hasta el Himno de Covadonga. Hicieron que se escapasen muchas lágrimas».

La ceremonia fue muy especial. Participaron los hermanos de ambos en las lecturas y peticiones y vivieron momentos emocionantes.

Tras la ceremonia, todos los invitados se desplazaron a La Quinta do Senhor da Serra, en Sintra, y aprovecharon el camino para disfrutar de los increíbles paisajes que ofrece Lisboa. Allí, tuvo lugar el cóctel, la cena y la fiesta.

«La Quinta es superbonita y superacogedora. Es una gran casa con un patio precioso para el cóctel, un salón de comedor, una terraza para fumar y tomarte unas copas en exterior y un salón precioso para bailar. El comedor nos encanta porque era sencillo, acogedor y elegante».

«Para la deco escogimos colores neutros que iban muy bien con los techos de vigas de madera y una luz cálida e indirecta. Como centros de mesa y decoración hicimos un montaje con jarrones de distintos tipos y alturas, velas y elementos y flores en verde y blanco. Esta composición la decidimos en 30 minutos entre mi madre, mi suegra y yo en uno de los 2 viajes a Lisboa».

De la decoración floral se encargó Decofloralia, tanto de la iglesia como del espacio, del ramo y los ramitos de los niños. «Son los más top en Portugal. Tienen lo que quieras y más de flores y decoración para montajes. ¡Una pasada!».

El ramo era espectacular, muy delicado y elegante, a pesar de no ser el que Itziar había elegido. «Como anécdota, no vi cómo sería el ramo hasta el mismo día de la boda. Se confundieron, no era lo que había descrito, pero ni me importo. De hecho, casi ni me di cuenta de él porque en ese momento la felicidad y la ilusión es tan grande que no te paras en los contratiempos». Sin duda, en esta vida, todo es cuestión de actitud.

Itziar decidió entregarle su ramo a su hermana pequeña, y protagonizaron un momento muy especial y emotivo.

De la organización, se encargaron ellos mismos. «No tuvimos wedding planner, los dos somos muy prácticos y nos complementamos muy bien a la hora de organizar y gestionar. Las familias ayudaron mucho y el espacio también centralizó todos los preparativos ahí (menú, deco, flores, música, etc.)».

De las fotos se encargó Pelayo Lacazette, uno de mis fotógrafos favoritos. «Siempre tuve claro que sería Pelayo Lacazette, también asturiano, y que hace unos fotones impresionantes y muy naturales. Además es encantador, super dispuesto y flexible». A la vista está que fue todo un acierto.

En cuanto a las invitaciones, contaron con El Escritorio de Alejandra y las crearon tanto en español como en portugués y francés. «La ilustración de la invitación la diseñó mi cuñada Madalena, hermana pequeña del novio, que es una artista y se inspiró en una fotografía del paseo de la playa de Salinas, donde fue la pedida».  

Por lo que respecta al resto de papelería, fue Itziar quien se atrevió con el diseño, inspirándose en personajes ilustres portugueses y españoles para los meseros y las minutas.

Después de la cena, abrieron el baile con «Blue Color». Comenzaron bailando los novios y después, Itziar con su padre. Un momento muy emotivo ya que su padre nunca quiere bailar.

Una vez terminado el baile, comenzó la fiesta con DJ Dhanny. «Pudimos bailar y festejar hasta las 2am, que fue algo increíble en ese momento con las restricciones que había en España, Bélgica y medio Europa… Todos los invitados tenían tanta ilusión de poder estar ahí, ¡ninguno dábamos crédito!».

Al día siguiente, al igual que en el cóctel preboda, eligieron a The One Palacio da Anunciada para continuar con la celebración con un brunch familiar. «Ambos somos muy familiares y era muy importante para nosotros aprovechar al máximo juntos ya que al no vivir todos en el mismo país, no podemos juntarnos todo lo que nos gustaría. Lo disfrutamos muchísimo y pudimos comentarlo todo». Me siento muy identificada con sus palabras, ya que yo también vivo lejos de la familia, y siempre que puedo me escapo para disfrutar de ellos el mayor tiempo posible.

En cuanto a la luna de miel, decidieron apostar por territorio nacional y aprovecharon para descubrir Sintra, en Portugal, y Extremadura y Málaga, en España. «Dada la situación y mil restricciones decidimos hacer un viaje «a la antigua». Como vivimos fuera, también disfrutamos muchísimo de poder estar en nuestros países de origen. La llamamos nuestra “luna de miel ibérica»». Y es que tenemos rincones espectaculares más cerca de los que creemos.

Y hasta aquí el artículo de hoy. Una boda que nos transmite la importancia de la familia y el amor, sean cuales sean las circunstancias. Gracias Itziar por compartir conmigo vuestro gran día. Os deseo toda la felicidad del mundo en cualquier parte de este. Espero que el destino siempre os lleve por el mismo camino y que juntos podáis superar todos los obstáculos que la vida os ponga.

Fotos:  @pelayolacazette

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